04 agosto 2010

Puede que mis manos se alien con las tijeras otra vez para conspirar contra mi pelo. O puede que de una vez compre una cajetilla y me desaparezca en humo. Pueden muchas cosas, como que vayamos a donde siempre vamos, a que te tomes una cerveza y yo a acompañarte mientras me lleno la lengua de limones y sales que caen entre cada trago. Porque no caminamos ya por esas calles que nos gustan? Que ni son calles, mas bien, caminos. Esos caminos solos donde solo el que esta SOLO (sin dios ni diablo) puede caminar seguro. Puede que voltee como a veces pasa, y que los ojos se me empapen y la sonrisa se me ilumine al mismo tiempo.