"Me acuerdo cuando me internaron. Nunca me he sentido mas desesperada. Extrañándote solo como Dios extraña a su creación cuando se va de viaje. Te amé con todas mis fuerzas; me contradije y te satanicé porque nos sabia a quien echarle la culpa. También te idolatre, y como nunca. Cada segundo que pasaba pensaba en ti, cada hora, cada día de los seis meses que estuve sin verte... Pensé que nunca te volvería a encontrar, que ya me habías olvidado. Todos los días me moría en mi misma, y renacía con las cosas que aprendía. Y a mi corazón se le abrió una herida grande que limpiaron para que cicatrizara bien. Nada volvió a ser igual. Lloré, lloré mucho. Toque mi fondo tan esperado. Pero aun así te seguí amando. Después de que me dijeron que me hacías daño, yo te amé. Después de que me dijeron que yo no te quería, yo te amé. Después de que mi alma fue golpeada y sometida, y de que destrozaron todos mis sueños, y de que me quitaron todas las mascaras, y de que me alejaron de todos mis males, y de que pasaron los meses, y de que me quebré y quebré a mi familia, y de que caí al hoyo y vi la luz... yo te amé. Te seguí amando hasta el día que nos volvimos a ver y yo ya no era la misma. Te amé, te amo y te amaré..."
Llego a la casa, abro la puerta, la cena esta lista...
"Gracias a Dios que estoy aquí..."
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29 octubre 2009
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