Fue un miércoles temprano cuando Dominique recibió el mensaje de la nueva modelo. Se despertó contento, aunque generalmente no reflejaba su sentir. Empaco sus cosas, sus papeles que tapizaban el suelo los aplastó unos con otros dentro de una maleta. La chica de la pierna en cuatro dormía en el suelo abrazando una botella. Eran ya seis días desde aquel dibujo. El ritmo de Domi era como entrar en pausa, al encerrarse parecería que no pasara el tiempo, pero lo que sucedía dentro de la cabeza de Dominique, lo hacía viajar a grandes velocidades.
Despertó a la muchacha y le pidió que se fuera, hurgando el oído de ella con el dedo pulgar de su pie. Dominique desocupó su cuarto y se dirigió hacia algún lugar para conseguir algo que comer. Cada 2 horas recibía mensajes de la nueva musa.
"Cuando se lo presenté a Andrea supe que sería el amor de su vida. No me sorprendió que después de unos meses ellos ya fueran un icono del amor perfecto. Estaba tan enamorada. Tampoco fue extraño que un año después se fueran a vivir juntos. Andy era la mujer más radiante, más contenta que había visto. Me gustaba mucho escuchar de sus viajes, ver las fotos que ellos siempre se tomaban sentados en las camas de los lugares donde iban a dormir. Eran sin duda la pareja perfecta. Simplemente no me di cuenta cuando nos distanciamos tanto, y nunca pensé porque era que ya no contestaba mis llamadas..."
06 marzo 2012
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